La gastronomía asturiana es muy rica y muy variada, pero si hay un producto con el que todo el mundo identifica a Asturias, ese es el queso. Muchos la han bautizado como el paraíso de los quesos y es que cuenta con más de 40 variedades, lo que la convierte en una de las regiones más queseras de toda Europa.
El queso Cabrales es uno de los quesos de Asturias con denominación de origen más conocidos fuera de nuestras fronteras, pero no es el único que cuenta con esta distinción.
¿Qué significa ‘denominación de origen’?
Se trata de un tipo de protección aplicada a un producto que ha sido elaborado en una zona geográfica específica y con materias primarias originarias de ese lugar. Además, esta distinción asegura que el proceso de producción ha sido el adecuado, siguiendo las pautas requeridas y por medio de recursos tecnológicos y humanos óptimos.
El objetivo de esta calificación es el de garantizar al consumidor un nivel de calidad más o menos constante y unas características específicas irrepetibles que no posee ningún otro producto en el mundo.
Afuega’l pitu, uno de los quesos asturianos más populares
Otro de los quesos que cuentan con denominación de origen y que ha ganado cierta popular en la última década es el ‘afuega’l pitu’. Hablamos de uno de los quesos más antiguos del Principado cuyo nombre significa para unos ‘ahoga al pollo’ (pitu es pollo en asturiano coloquial) y para otros, ‘ahoga el gaznate’, y se debe a que su peculiar textura, muy granulosa, se queda en la garganta.
Lo cierto es que se trata de un gran queso y como tal no puede faltar en nuestro restaurante. Para los que acaban de conocerlo, decirles que existen dos variedades: blanco y rojo. La principal diferencia entre uno y otro reside en el color. El tono rojizo de la variedad roja se debe al pimentón que se añade en el momento de salar la masa. El pimentón que se utiliza ahora es menos fuerte y picante que el que se empleaba en la antigüedad.
Se elabora con leche pasteurizada de vaca frisona en la zona centro-occidental de Asturias durante todo el año, principalmente en invierno y en primavera, y dependiendo de la zona de producción, varía su forma. Los que se elaboran en Grado, Pravia o Cornellana, por ejemplo, destacan por su aspecto troncocónico (forma de tronco de cono) y los de Riosa y Morcín por su forma más redondeada.
Para conocer más a fondo este manjar, no dudes en venir a La Pondala a probarlo. Este es uno de los quesos más demandados entre nuestros comensales y comparte protagonismo con otras variedades de queso, como el de La Peral, un estupendo queso azul, mantecoso, ligeramente ácido y salado, que se elabora en el concejo de Illas; el ahumado de Pría, de sabor suave y un ligero toque a humo; el queso artesano Lanzana, de sabor suave y ligeramente dulce acompañado de notas vegetales y frutales que dejan en el paladar un regusto a mantequilla y el queso Varé, un queso blanco, mantecoso, de forma cilíndrica, que en boca resulta muy fácil apreciar ese toque dulzón.