Hoy en día, la sidra no es sólo una bebida sino que forma parte de la cultura gastronómica asturiana siendo ésta un producto con Denominación de Origen Protegida bajo el nombre “Sidra de Asturias”.
Esta bebida obtiene sus primeras referencias en el siglo VIII a través de un testamento en el que se mencionan los pomares o manzanos entendiéndose en el texto como árboles que ya se utilizaban para elaborar bebida.
Actualmente, es la bebia más típica de Asturias y contiene una graduación aproximada de 4,5 grados. Pero para ello, la manzana debe pasar un proceso que culmina en la elaboración de la sidra:
– Recogida. Se recoge del suelo una vez se ha zarandeado el manzano realizándose ésta en los meses de octubre y noviembre.
– Mayado. La manzana es triturada y prensada y con ella se obtiene la sidra dulce o mosto.
– Fermentación. Paso en el proceso en el que las levaduras convierten el azúcar en alcohol.
– Embotellado. Finalmente la sidra se embotella y etiqueta.
Esta bebida ácida puede utilizarse en la cocina para la elaboración de algunos platos, ya que ésta se puede utilizar como fondo en el que cocinar platos de aves como pueden ser el pollo, la codorniz, la perdiz.., o pescados como el salmón, la trucha, el bacalao…con los que armoniza a la perfección.
El restaurante La Pondala cuenta en su carta con Bacalao a la Sidra y Manzana, plato con un resultado armónico y lleno de contrastes gracias al salado del bacalao, y al dulce y ácido de la manzana y la sidra.