Uno de los productos esenciales dentro de la gastronomía asturiana son sus quesos. Se tiene constancia de su elaboración ya hace siglos, en tiempos en los que su fabricación era abundante y formaba parte de la vida cotidiana. Su producción era totalmente familiar, característica que a día de hoy se sigue manteniendo en muchos casos. Las características de la geografía y fauna asturiana han fomentado la aparición de una gran diversidad de quesos distintos, y cuenta con más de cuarenta variedades diferentes.
A pesar del aislamiento geográfico y la mala comunicación con muchas zonas de la región, existen a día de hoy varios quesos que cuentan con Denominación de Origen; hecho que favoreció su proyección fuera de las fronteras asturianas. Ya no solo la producción quesera asturiana es conocida únicamente por el Queso Cabrales, son otros los que poco a poco están adquiriendo protagonismo.
Los quesos asturianos que cuentan a día de hoy con D.O.P. son el queso Cabrales, el Afuega’l pitu, el queso Gamonéu o Gamonedo, y el queso Casín; y Los Beyos tiene I.G.P. (Indicación Geográfica Protegida). Además de estos, Asturias cuenta con una gran variedad de quesos buenísimos como el que La Peral, el queso de Vidiago, Ahumado de Pría, …
Hoy os hablamos de dos de ellos:
Queso Cabrales
Este queso adquirió la D.O.P. en 1981, es originario de los concejos de Cabrales y Peñamellera Alta, y es el más conocido de entre todos los quesos asturianos. Este se elabora con leche de vaca, cabra y oveja, aunque sus proporciones dependen de cada fabricante. Su característica más importante es el Penicillium, hongo que fermenta el queso y adquiere un color azul verdoso. Su olor y sabor fuerte hace que no sea apto para cualquier paladar.
Afuega’l Pitu
Este es otro de los quesos más conocidos y con más personalidad de Asturias, y cuenta con D.O.P. desde el 2004. Se elabora con leche de vaca en el centro y occidente de Asturias (es uno de los quesos más extendidos), y según su color puede ser ‘roxu’ (rojo) o ‘blancu’ (blanco), dependiendo de si contiene pimentón o no; otra variedad es el Atroncáu de Grado. Su nombre llama la atención, y es que este hace alusión a su textura pastosa y a su difícil paso a través de la garganta.
Ya sea en el aperitivo, con fruta, de postre o como salsa de acompañamiento los quesos asturianos son perfectos en cualquier época del año. El restaurante La Pondala tiene entre los postres de su carta una selección de quesos asturianos.