El chocolate es para muchos considerado como uno de los mayores placeres gastronómicos. Durante miles de años llevamos disfrutando de este alimento que proviene de la semilla del cacao, y concretamente desde que Hernán Cortés lo introdujo en España en el siglo XVI, pero no fue hasta el siglo XVIII cuando el chocolate comenzó a convertirse en un alimento exclusivo de la alta sociedad utilizándose para celebrar ocasiones importantes; más adelante este chocolate bebido se convirtió en un producto de habitual consumo en toda la sociedad.
Se tiene constancia que en el siglo XVIII el consumo de chocolate en Asturias era algo habitual en las casas y tertulias. Un siglo después, se comenzó a fabricar el chocolate en tableta y muchas zonas asturianas contaban con sus propias fábricas de chocolate: Zarracina, Primitiva Indiana, Mayín y Troya, La Herminia, Plim y Sueve, y La Cibeles en el siglo XX, son algunos ejemplos.
Hoy en día existen multitud de presentaciones diferentes de este producto, así como es muy común su mezcla con diferentes productos: almendras, avellanas, naranja, menta… Además, existen diferentes tipos de chocolate según la cantidad de leche y azúcar con la que se mezcle el cacao.
Chocolate Negro: se compone de crema de cacao con azúcar. Existen varias presentaciones, y dependen directamente de la cantidad de contenido de crema de cacao, el cual tiene que ser superior al 50%. En este tipo de chocolate se percibe su amargor dependiendo de la concentración de cacao del chocolate.
Chocolate con Leche: se compone básicamente de crema de cacao mezclada con leche y azúcar, y éste suele contener menos de 40% de cacao.
Chocolate Blanco: se compone básicamente de manteca de cacao, azúcar y mucha leche, es por ello que este tipo de chocolate no contiene su color marrón característico.
Además, la gran mayoría de los componentes del cacao son beneficiosos para nuestro organismo:
– Aporta la energía necesaria para las personas que hacen deporte o tienen un desgaste físico importante.
– Es beneficioso ingerirlo en estados bajos de ánimo, ya que tiene propiedades estimulantes que producen bienestar emocional.
– Ayuda a evitar el congestionamiento de las arterias.
– Es una gran fuente de fibras.
– Ayuda a regular la cantidad de azúcar en la sangre.
– Está considerado como un alimento afrodisiaco.
En el restaurante La Pondala se puede encontrar entre sus postres bizcocho de chocolate, para aquellos que no puedan evitar la tentación de terminar una comida sin llevarse al paladar el sabor del chocolate.