Muchos se llevarán las manos a la cabeza con solo pensar en comer fabada en Gijón con el calor que ha hecho estos días, pero lo cierto es que se trata de uno de los platos más demandados durante todo el año, incluso en verano, tanto por los turistas como por los clientes de toda la vida. Esa idea de que este tipo de recetas no casan con las altas temperaturas es totalmente errónea y te vamos a explicar por qué.
Callos a la asturiana, fabes con almejas o la fabada asturiana son platos intocables en nuestra carta. Hablamos de recetas atemporales, representativas de nuestra región, que si algo tienen en común es que dejan satisfecho a todo el que viene a Asturias.
Además, un día es un día, por lo que no importa que el mercurio roce los 35ºC, que la fabada no puede faltar en la carta de un restaurante como La Pondala, ya que los clientes la piden. Quienes vienen a Asturias en sus vacaciones lo que quieren es degustar lo que se come aquí y no podemos olvidarnos de que la fabada es uno de los platos típicos del Principado.
Otro factor a tener en cuenta es que rara vez las temperaturas alcanzan picos tan elevados en nuestra región, por lo que pedir un plato de cuchara no afectará tanto a nuestro estomago como si estuviésemos en otras comunidades más cálidas, sino todo lo contrario, reconfortará nuestro cuerpo y espíritu.
Fabada asturiana, conocida en el mundo entero
La fabada está, como dicen nuestros comensales, a otro nivel. Se trata de uno de los mayores placeres culinarios, también en verano. Conocida en el mundo entero, cuenta con un gran número de adeptos que alaban todo de ella, ya que no es comparable a ningún otro plato elaborado con alubias blancas.
Uno de los secretos para preparar una auténtica fabada asturiana es la elección del compango (compuesto de chorizo, morcilla y panceta). Si este es de calidad, ya tienes más de un punto ganado. Pero también hay que tener en cuenta otros dos aspectos: la cocción a fuego lento durante aproximadamente hora y media (puede ser más tiempo, pero siempre en función del grado de maduración de las fabas) y el movimiento mínimo de los ingredientes durante este proceso para evitar que se rompan las alubias.
Para saber si estamos ante una buena fabada en lo primero en lo que nos debemos fijar es en la faba, esta se debe deshacer en la boca como la mantequilla y la piel debe pasar desapercibida. La razón de que siente tan bien la fabada que elaboramos en La Pondala es que las alubias que empleamos son de granjas asturianas de primer nivel.
Se trata de todo un clásico, pero si este verano prefieres probar algo más suave, siempre puedes pedir en su lugar un buen plato de fabes con almejas. ¡También están deliciosas!
La gastronomía es, sin duda, uno de los puntos fuertes de nuestro Paraíso Natural. Estés o no de paso, no dudes en comer fabada en Gijon este verano reservando mesa en La Pondala. Llama ahora al 985 36 93 46. ¡No digas que no te hemos avisado!