Es de sobra conocido que las croquetas es un plato muy distintivo en nuestra gastronomía. Pero, ¿quién inventó este delicioso manjar? ¿Desde cuándo está presente en nuestra mesa? Es difícil de determinar con exactitud y aunque parece que los romanos ya comían algo parecido, se puede afirmar que fueron los franceses los que formularon la receta actual.
Se tiene constancia que el cocinero francés Antonin Carême conocido como el “rey de los chefs y el chef de los reyes” fue quien las introdujo en las cocinas nobles entre mediados del siglo XVIII y principios del XIX, tras haberlas servido en uno de sus banquetes bajo el nombre croquettes à la royale. Siendo éste un producto originario de Francia, una de las curiosidades es su origen etimológico ya que proviene de la palabra francesa croquer, que significa crujir, y de su diminutivo croquette.
Este plato nace en una época en la que imperaba la necesidad y la harina era abundante. Se elaboraban para aprovechar la carne sobrante de los cocidos y estofados, por lo que ésta es una de las recetas de aprovechamiento a la que más se recurre. En España, tenemos los primeros indicios de este plato con el testimonio de Doña Emilia Pardo Bazán que aseguraba que las croquetas hechas con pollo o vaca ya eran populares en 1913.
Actualmente, tal es la integración de este plato en la cocina española que se puede degustar tanto como aperitivo, plato principal o acompañamiento. Cada vez son más los chefs y restauradores que, con su creatividad e innovación, incorporan novedosos ingredientes (marisco, quesos…) tanto a la masa como a su cobertura. Sin embargo, aún son muchos los que se siguen decantando por las tradicionales croquetas de jamón o de carne. En La Pondala, por ejemplo, las croquetas de la casa son uno de los platos más demandados y valorados por los comensales.
Ponle queso de cabra y miel