Sabemos lo que nos gusta a nosotros, y a nuestros comensales les ocurre lo mismo. Cuando decidimos salir a comer o a cenar, lo que queremos es disfrutar de una experiencia gastronómica única. Por este motivo, en un restaurante clásico y tradicional en Gijón como La Pondala la calidad es lo primero. Elaboramos nuestros platos con ingredientes frescos y naturales con el objetivo de proveer de sabor y de ese toque de calidad del que hablábamos antes a nuestras comidas y para ello, no podemos olvidarnos de los alimentos que están en temporada.
Es cierto que hay un alimento que nos acompaña todo el año y ese es la fruta. En nuestra cesta de la compra siempre está presente por los múltiples beneficios que aporta a nuestro organismo. Pero como ya sabrás, cada temporada tiene sus frutas más destacadas y ahora, en otoño, lo que toca es suministrar a nuestro cuerpo una dosis extra de vitaminas. ¿Cómo lo podemos conseguir?
Los clásicos del otoño
Las naranjas se han convertido en habituales de nuestro frutero. Son todo un clásico y con la llegada del frío las incluimos sin pensarlo dos veces en nuestra dieta, bien en forma de zumo o como postre. Pero, ¿cómo saber si son frescas? La piel nos dará algunas pistas, ya que si esta es brillante y tersa significa que la naranja ha sido recogida recientemente.
Eso sí, no te dejes engañar por otros aspectos que no son indicativos de frescura como el olor o el tamaño del ombligo, y lejos de lo que se puede pensar, una naranja que está blanda no es una naranja fresca.
En nuestro restaurante clásico y tradicional de Gijón contamos también con grandes expertos en la cocina y siempre nos recomiendan guardar la fruta en la nevera si no se va a consumir en un plazo mínimo de una semana. Una fruta se puede conservar perfectamente a 45 grados y en el frigorífico aguantará mejor que en el frutero de casa. Y si nos encontramos con alguna pieza que empieza a estropearse no debemos esperar para separarla del resto. De lo contrario, acabará afectando a las demás.
De temporada
Las hermanas pequeñas de las naranjas, las mandarinas, también ruedan en esta época por nuestras mesas y se debe a todo lo que son capaces de ofrecernos. Otros frutos propios del otoño son las uvas, la piña, la pera, los caquis, las granadas…
¿Sabías que la manzana es otro de los alimentos otoñales por excelencia? Es cierto que podemos disponer de ella durante todo el año, pero es una suerte para todos nosotros poder disfrutar de ella en esta estación.
Además, cocinar con manzanas es un auténtico placer. Podemos elaborar platos salados y dulces, y potenciar su sabor con especias como la canela o la nuez moscada. A nosotros ya se nos hace la boca agua con solo pensar en nuestra tarta de manzana. ¡Imagínate ahora su sabor si ya está rica el resto del año!
¿Estás listo para comerte a bocados las joyas gastronómicas del otoño?