Degustar un buen filete de ternera asturiana es, sin duda, una experiencia única para el paladar. Por su jugosidad y su gran calidad, esta carne, que procede exclusivamente de las razas autóctonas de nuestra tierra, se ha convertido en un producto referente de nuestra comunidad. Hablamos de un alimento muy nuestro y saludable, por lo que no debe faltar nunca en nuestra dieta. A la hora de buscar un sitio donde comer esta carne tan rica en Gijón, coge el teléfono y reserva mesa en nuestro restaurante.
Desde que abrimos las puertas, La Pondala se ha caracterizado por apostar por esos productos que se dan en nuestra tierra. El problema es que cuando hablamos de lo nuestro, siempre nos puede el corazón. Pero este año más que nunca, estamos muy orgullosos de Asturias y de los alimentos que llevan nuestra marca, como es el caso de la carne de ternera asturiana, la mejor de Europa. Y no lo decimos solo nosotros. Un estudio científico cofinanciado por la Comisión Europea ha señalado que la carne de la raza del Principado ocupa la primera posición de la clasificación.
En el estudio se analizaron 15 tipos de carne y se valoraron aspectos como la jugosidad, el aroma o la composición. En el caso de la carne de ternera asturiana, los expertos coincidieron en su alto valor nutritivo, ya que se trata de un alimento con bajo contenido en grasa y con una elevada proporción en ácidos grasos omega 3.
Comer ternera asturiana en La Pondala
¿Habéis oído hablar del roast beef o rosbif de La Pondala? Se trata de una adaptación de uno de los platos típicos de la gastronomía británica. En nuestra versión asturiana, decidimos sustituir la carne de buey que aparece en la receta por una de calidad igual o superior, como es el solomillo y el hueso de la ternera asturiana. El resultado es un sabroso costillar compuesto de finísimos filetes de ternera que se deshacen en la boca.
Para conseguir una receta de 10, decidimos acompañar nuestro plato estrella de un delicioso y fantástico puré de patatas gratinado. Para su elaboración, empleamos patatas de primera que pasamos por el pasapuré una vez cocidas. Al puré que obtenemos le añadimos un poco de mantequilla cortada en dados y leche muy caliente a chorro fino. Todo eso, a fuego lento y sin parar de remover. Y para darle el toque final, lo ponemos a gratinar en un bol de horno a 200 grados hasta que esté dorado, unos 10 o 15 minutos. Antes de meterlo en el horno, asegúrate de rectificarlo de sal en el caso de que sea necesario.
Para la carne, el primer paso es salar el trozo de lomo media hora antes de cocinarlo y, en el momento de meterlo en el horno, repartimos la mantequilla por encima. Con tenerlo 40 minutos a unos 200 grados será suficiente. Una vez templado, toca el trabajo más difícil: con un cuchillo bien afilado deshuesamos la carne y la cortamos en finas lonchas que, más tarde, colocaremos en una fuente. Para finalizar, colocamos el hueso en el centro y bañamos todo con los jugos del asado.
Dan ganas de hincarle el diente, ¿verdad? Llámanos ahora al 985 36 93 46 y reserva mesa en uno de los mejores restaurantes de Gijón, al menos uno de los pocos donde puedes comer carne de ternera asturiana de verdad.